Venezuela goza con su fútbol pero sufre con la alimentación en Corea del Sur
Venezuela regateó sus “problemas constantes” con las costumbres alimenticias de Corea del Sur y garantizó este martes su boleto a los octavos de final del Mundial Sub20, que se disputa en esa nación asiática, al golear por 7-0 a Vanuatu, reseñó EFE.
Tras su brillante triunfo por 2-0 ante la poderosa Alemania en el debut, Venezuela firmó hoy un partido brillante en lo colectivo y con solo empatar ante México avanzará como primera del Grupo B.
Este magnífico desempeño deportivo contrasta con el choque cultural que han significado para los integrantes del equipo venezolano las costumbres alimenticias de Corea del Sur.
“Hemos pasado ‘las de Caín’ (tener problemas) por todo lo que se refiere a la alimentación, no estamos adaptados a la comida de los coreanos”, dijo hoy Jesús Berardinelli, cabeza de la delegación sudamericana, en una entrevista concedida al programa Conexión Goleadora de la emisora Deportiva 1300 AM.
“Ha sido un problema constante, un problema de todos los días, ha sido un proceso de adaptación”, añadió el también vicepresidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF).
Venezuela no pudo costear el traslado de los alimentos que prefieren los jugadores porque el sobrepeso debía pagarse en dólares, una divisa de difícil acceso por el férreo control de cambios vigente en el país desde 2003.
Aunque pasan ‘las de Caín’ en el tema gastronómico, los venezolanos han contado con el apoyo de Mariana Iglesias, la nutricionista de la FVF, y de un chef, que no forman parte de la delegación sino que figuran como invitados.
El dirigente explicó que Iglesias “ha bregado” con la gerencia del hotel donde se hospeda la selección venezolana para modificar la oferta de alimentos a la delegación.
“Gracias a Dios que ella vino”, agregó Berardinelli.
Ahora Venezuela, que se convirtió en la primera selección clasificada a la segunda fase, sueña con seguir avanzando y con ambición se planeta disputar la final, como han dicho varios de sus jugadores.
Pero antes debe continuar regateando las costumbres alimenticias de Corea del Sur, el único problema que ha confrontado hasta ahora.