Rafael Dudamel: «El Libertador» del sueño mundialista
En la mente del venezolano, el apellido «Dudamel» se ha convertido en sinónimo de triunfo y alegrías.
En tan sólo esta semana, el director Gustavo Dudamel llevó la batuta de la filarmónica de Berlin el pasado viernes en un concierto transmitido en 150 salas de cine de Europa; y este domingo el orgullo nacional se trasladó a las canchas del fútbol de Corea donde el director técnico, Rafael Dudamel, llevó a la selección Sub-20 venezolana a disputarse su primera final mundialista.
Dudamel: Un antes y un después
El yaracuyero no es extraño a librar batallas en el extranjero. En su carrera profesional como portero se ganó el apodo de “El Libertador”, al jugar para varios equipos de Argentina, Sudáfrica, Colombia y convirtiéndose en el primer venezolano en disputar una final de Copa Libertadores con el deportivo Cali en 1999.
(Lea también: Dudamel sobre la Vinotinto: En las mentes y los corazones serán campeones)
Hazañas Dudamel
Gol de Dudamel contra Argentina (1996)
Las mejores paradas de Dudamel
Seleccionador de un sueño mundialista
Elocuente en su diálogo, el DT defiende a capa y espada a sus jugadores con una confianza en ellos que no tropieza.
Su pasión por el fútbol se traduce en una generación de relevo que superó todas las expectativas para sellar un buen futuro en el futbol criollo, donde se destacan figuras importantes como la del también arquero Wuilker Faríñez, el delantero del Málaga Adalberto Peñaranda y el centrocampista del New York City, Yangel Herrera.
Es en el 2012 Dudamel se convierte en el director técnico de la Vinotinto Sub 17, asegurando varias victorias y convirtiéndose en el primer entrenador en obtener un título de la Conmebol.
Pero no es hasta el 2016 cuando se le concede el cargo de seleccionador absoluto de Venezuela con un consentimiento casi total de los especialistas y de la afición en general, algo extraño en el futbol nacional que siempre ha sido objeto de fuertes críticas cuando de directivas se habla.
De la talla del compromiso
– 799 minutos sin recibir un gol es su mejor racha (ULA FC,1991)
– 8 clubes internacionales donde se disputó una Copa Libertadores, una copa Merconorte y una copa Conmebol.
– 30 juegos librados con la selección en los que destaca su participación en las eliminatorias Corea-Japón 2002 donde la Vinotinto derrota por primera vez en casa a Uruguay y Chile.
– 95 partidos librados con la liga venezolana
– 302 juegos disputados en la liga colombiana.
-522 juegos en total en su carrera.
Dudamel y su amor por Venezuela
¿Qué sabría ese Dudamel de 2012 que sería el encargado de darle a Venezuela la mayor victoria en su historia futbolística? Un técnico que tampoco se olvida de lo que pasa en casa cuando está afuera trabajando para brindarle esperanza a un país que lo necesita.
De esta forma, la convicción y promesa de Dudamel tras la clasificación de la Vinotinto en la final del Mundial Sub-20, fue firme: dar el todo por el todo y «regalar alegría a los venezolanos».
«Queremos darles esta última alegría, la mayor, la mejor, porque queremos ser recordados como los campeones de mundo«, expresó horas antes de la final.
Aunque la Vinotinto no pudo ante Inglaterra este domingo, Dudamel no cesa en su sueño mundialista.
«Hoy no le hemos podido dar esa alegría al país, pero estoy seguro que en los corazones, las mentes y en la historia serán los campeones de nuestra vida. Han sido valientes y han jugado con dignidad y amor propio, con el amor propio de ser venezolanos», expresó.
Por eso, aprovechó para enviar un mensaje a todos los venezolanos: «Este es el venezolano que todos queremos ver, el que va hacia adelante y sabe trabajar por la consecución de muchos triunfos».
«Presidente, paremos ya las armas. Esos chicos que salen a la calle lo único que quieren es una Venezuela mejor, la que ría, la que sonría y la que disfrute de la vida», dijo Dudamel en entrevista con Directv Sports.
Campeones del mundo
El título de “subcampeones” se abre paso en la boca de los venezolanos con la esperanza en un futbol de grandes que sin duda alguna no podría estar en mejores manos.