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El Vaticano apoya que un grupo de países acompañe un diálogo en Venezuela

El Vaticano valoró «muy positivamente» la posibilidad de que un grupo de países elegidos por el Gobierno de Venezuela y la oposición acompañen unas negociaciones para hallar una salida a la «grave crisis» que vive el país.

El grupo actuaría como garante de las negociaciones, dijo el nuncio apostólico y observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, Bernardito Auza, en una declaración presentada ayer -y divulgada este jueves- en un diálogo con observadores permanentes de la OEA durante la 47 Asamblea General que se desarrolla en Cancún.

El grupo estaría integrado por naciones de la región o, eventualmente, de otros continentes, indicó Auza, quien señaló que la situación de Venezuela «ha adquirido tintes dramáticos en los últimos meses», pese a los esfuerzos realizados.

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Durante la primera sesión plenaria de la Asamblea General, el subsecretario de Estado de EE.UU., John Sullivan, propuso el martes formar un grupo de naciones para «facilitar una salida» a la crisis, algo que la entonces canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, rechazó por «inútil e innecesario».

Rodríguez dejó claro ayer que ese «grupo de contacto» es «completamente inútil e innecesario» y que la única forma en que EE.UU. podría imponer su voluntad sobre Venezuela sería «con sus marines», lo que sería respondido de manera «contundente».

Pese a ello, agregó, la Santa Sede, «partiendo de la convicción de que deben ser los propios ciudadanos quienes pongan las bases para solucionar los problemas internos, considera que no deben escatimarse los esfuerzos para ayudar a que el país salga de su grave crisis».

Asamblea Nacional Constituyente

El Vaticano dijo en una carta remitida a la OEA divulgada este miércoles que la Asamblea Constituyente que impulsa el gobierno de Venezuela pone en peligro la democracia del país al tiempo que reclamó un diálogo.

En la misiva, Bernadito Auza, afirmó que la decisión del presidente Nicolás Maduro de convocar una Asamblea Constituyente «hace peligrar el futuro democrático del país».

Asimismo, dijo ver con buenos ojos la posibilidad de que un grupo de países de América Latina, o de otros continentes, acompañe las negociaciones que permitan una salida a la crisis de Venezuela.

«Una negociación seria y sincera entre las partes (…) sería la única vía de salida a la grave crisis en que se ve inmerso el país», señaló Auza en la carta.

El papa ha manifestado públicamente su preocupación por Venezuela en varias ocasiones.

A inicios de junio, tuvo un encuentro con jerarcas de la iglesia venezolana quienes le informaron sobre el agravamiento de la situación política y social en el país.