La inflación: El indicador que no se publica pero que los venezolanos sienten en el bolsillo
Ante el complejo escenario económico que vive Venezuela, la inflación es uno de los factores que más preocupa a la población, que día a día observa como los productos y servicios aumentan sus precios, por lo que cada vez se hace más cuesta arriba adquirirlos.
A propósito de esto, recientemente el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FMV), reveló que la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) se ubicó en 990.918,92 bolívares en mayo de 2017, lo que representa un aumento de 337,6 % entre mayo de 2016 y el mismo mes del presente año, con lo que se evidencia la caída del poder adquisitivo del venezolano.
Ausencia de cifras oficiales
A pesar de la situación crítica, el Banco Central de Venezuela (BCV) no publica las cifras oficiales sobre este indicador desde hace 17 meses, en vista que la última publicación del ente financiero fue en diciembre de 2015, ocasión en la que se registró una inflación anual de 180,9%.
Luego de ese anuncio hasta hoy diversos organismos y expertos han realizado diferentes estudios para determinar la situación de la inflación, entre los que destaca el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aseguró que el alza de los precios superó el 500% en 2016.
Por este silencio en enero de este año, el Poder Legislativo decidió crear el Indice Nacional de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional (INPCAN) para publicar informes mensuales. En mayo la AN ubicó el aumento de los precios en 18,26%, mientras en la acumulada ronda en 127,8%.
Causas, consecuencias, y medidas a tomar
Hasta la fecha el BCV no ha explicado las razones por las cuales no publica dicho números.
El diputado a la Asamblea Nacional (AN) y economista, Ángel Alvarado, señaló que la no publicación de las cifras por parte del BCV afecta la planificación en materia financiera en el sector empresarial, en vista que no hay una referencia lo que conlleva a un panorama «a ciegas».
En este sentido, Alvarado señaló que la inflación en el país entre sus diferentes factores se debe a la falta de autonomía del BCV, que su juicio ha provocado políticas inadecuadas en el aspecto monetario en referencia al deficit fiscal, y el no control en materia presupuestaria, a propósito que el último presupuesto de la nación fue aprobado por el Tribunal Supremo de justicia y no por la Asamblea Nacional.
«La inflación es una maquina de pobreza ante la ausencia de un plan creíble por parte del Gobierno», expresó.
Alvarado señaló que una de las posibles soluciones está en «la dolarización de la economía», sin embargo advirtió que dicha medida sería transitoria y no resolvería el aspecto de la masa monetaria, por lo que insistió que el país requiere de un plan integral fundamentado en la independencia del BCV que permita establecer medidas fiscales «para corregir el desastre» a través de una reforma en la que los presupuestos sean controlados por el Poder Legislativo.
Asimismo, de acuerdo a los cálculos realizados por la Asamblea Nacional, el parlamentario aseguró que se estima que la inflación en 2017 se ubique en 800%, lo que a su criterio va a empeorar la situación social del país, sobre todo los índices de desnutrición.
Una inflación «inducida»
En materia de inflación, el oficialismo se ha aferrado a la tesis que la caída del salario se debe a «una inflación inducida» y la denominada «guerra económica» impulsada presuntamente por el sector privado.
A finales del año pasado, el entonces ministro de Industria y Comercio, Carlos Faría, sostenía en una entrevista televisiva que la inflación en Venezuela «es inducida por sectores desestabilizadores» que no cuenta con «cifras reales del desempeño económico del país».
«Hemos demostrado que es una inflación inducida, no responden a los parámetros económicos. Nosotros tenemos unas tasas a las cuales calculamos cuánto nos cuestan nuestros rubros que importamos. Tenemos una estructura de costos, que igualmente son normas internacionalmente reconocidas y están establecidos unos precios, pero cuando vamos a los sitios, a los supermercados, vemos cómo esos precios están impactados de una manera irracional», señalaba Faría.
Aumento del salario mínimo
Los recientes aumentos de salario por parte del presidente de la República, Nicolás Maduro, han sido la principal bandera del Gobierno nacional en materia económica, a pesar que expertos consideran que los mismos no son la solución.
El pasado 30 de abril el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el tercer aumento de 2017 que ubicó el sueldo mínimo en Bs. 65.021 y el ticket de alimentación en Bs. 135.000. De esta forma, el ingreso mínimo legal quedó en 200.021 Bs.
Sobre este tema, el economista Luis Oliveros opina que esta situación se debe a la falta «de una política económica coherente», por lo que cree que el primer punto que se debe atender es que la máxima entidad bancaria del país deje de imprimir billetes inorgánicos, para evitar que sigan incrementado los precios de los productos y servicios.
Además, añadió que los aumentos salariales no son la medida más efectiva para contener a la inflación, sino por el contrario impulsan a la misma, al asegurar que la nación requiere de métodos antiinflacionarios que le permita al venezolano recuperar de forma progresiva el poder adquisitivo.
Oliveros bajo este contexto desestima que la solución sea la dolarización porque «podría empeorar la situación», sino por el contrario cree que debe apelarse a «medidas lógicas» como en el caso de Perú y Bolivia que lograron superar escenarios similares.
Según el experto, la inflación este año podría finalizar entre 750% y 940%, mientras que cree que la caída del Producto Interno Bruto será del 7%.
Proyecciones 2018
A su vez, el economista y analista político peruano, José Gonzáles, señaló que la inflación en Venezuela podría llegar a 2.000% en 2018 y a 3.000% en 2019, si no se toman los correctivos necesarios en las distorsiones de la masa monetaria, que a su criterio comenzó a crecer cuando los precios del petróleo venezolano estaban altos, por lo tanto sus efectos no eran tan perceptibles.
El especialista indicó que la solución al tema económico del país pasa por una «decisión política», al mismo tiempo que insistió que Venezuela necesita de un ajuste y una política macroeconómica, el cual implica la liberación de todos los controles, aunque considera que debe haber una agenda política-social para que los efectos del mismo no sea tan fuertes para la población.
Por su parte, el FMI en su informe de Perspectivas Económicas Globales, presentado el pasado mes de abril estimó que el PIB de Venezuela retrocederá un 7,4% en 2017 y un 4,1% en 2018.