Errores comunes en el postparto
Después del parto se producen cambios fisiológicos en el cuerpo de la mujer. Pero, en este periodo, la mayoría de las madres se centran absolutamente en el bebé y sus propias necesidades quedan en un segundo plano.
Además, cuando encuentran tiempo para dedicarlo a sí mismas, algunas lo invierten en realizar actividades que, lejos de ayudar a su recuperación, pueden resultar perjudiciales para su salud. En este sentido, los especialistas de la Clínica Vicetto de la capital de España señalan los cinco errores que con más frecuencia cometen las mujeres tras haber dado a luz.
1. Tenga en cuenta el suelo pélvico
Explican que el suelo pélvico constituye el “nido” en el que ha crecido el bebé durante el embarazo y consideran fundamental contar con la valoración de un fisioterapeuta especializado para comprobar el estado de la musculatura, las tensiones internas y las posibles cicatrices fruto del parto.
“Tanto si ha habido cesárea como parto natural, la revisión es necesaria”, manifiestan. Además, señalan que, pasada la cuarentena, el fisioterapeuta o la matrona deben examinar a la reciente mamá y, dependiendo de cómo encuentren la función y coordinación de las estructuras del suelo pélvico, le enseñarán a realizar correctamente los ejercicios de Kegel, valorarán las cicatrices y recomendarán posturas y ejercicios adecuados a cada caso particular.
“Los ejercicios de Kegel están diseñados para fortalecer los músculos del suelo de la pelvis. Estos son los músculos que sostienen la vejiga y ayudan a evitar escapes de orina”, apuntan los profesionales del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón de Estados Unidos.
2. Abdominales, totalmente desaconsejadas
Otro error habitual es hacer ejercicios abdominales. En este caso, los especialistas de la Clínica Vicetto destacan que está totalmente desaconsejado después de dar a luz, ya que el abdomen está inestable durante los primeros seis meses, debido a una diástasis (separación de los músculos abdominales en la línea central del abdomen), fruto del crecimiento del útero durante el embarazo.
“Todos los ejercicios de flexión del tronco aumentan la presión en el abdomen y, por tanto, también se incrementan las probabilidades de tener algún tipo de incontinencia y prolapso (caída de las vísceras)”, señala Rafael Vicetto, fisioterapeuta especializado en abdomen y creador del método “Stopdiastasis”.