Maduro tuvo la campaña menos movida y más ideológica de la historia
Las fuertes protestas que se registran desde hace más de tres meses en todo el país parecen haber pasado factura sobre la movilidad del presidente Nicolás Maduro, quien en el marco de la campaña electoral para la elección de los constituyentistas apenas salió de Caracas una vez y para ir al estado Vargas, vecino de la capital.
El 17 de julio Maduro hizo un acto en Miraflores durante el cual estableció contacto satelital con Barinas, donde estuvieron los dirigentes Elías Jaua y Adan Chávez.
Corrió el rumor de que tenía pautado acudir al estado en persona, pero que canceló el viaje por manifestaciones que había cerca del Domo Bolivariano de Barinas, donde se hizo el acto.
La baja movilidad de Maduro contrastó con su accionar en el marco de todas las campañas electorales que ha habido desde que llegó a Miraflores.
En la de las elecciones municipales de 2013 hizo 10 actos fuera de Caracas y en el periodo de proselitismo de cara a las parlamentarias de 2015 realizó 24.
Horas en TV
Pero la baja movilidad de Maduro no limitó sus apariciones en TV. Durante la campaña acumuló 16 actos, unas 20 horas en campaña si se considera que sus alocuciones duran 77 minutos en promedio según la ONG Monitoreo Ciudadano.
5 de esos eventos fueron en Miraflores, 1 en el Poliedro y 1 en el Panteón Nacional.
Aunque en 14 de los 16 actos habló de las elecciones y llamó expresamente a votar, sólo 4 de ellos se podrían considerar propiamente de campaña debido a que se hizo acompañar por candidatos o se reunió con un sector en específico.
En el periodo Maduro hizo hincapié sobre tres mensajes clave: 1) la dirigencia opositora desestabiliza el país apoyada por factores internacionales, por lo que hay que tomar acciones legales, 2) pedidos de lealtad hacia el proceso chavista y 3) su gobierno busca el diálogo pero sus adversarios se niegan.
La desestabilización de la MUD
Sobre el primer aspecto, el Presidente habló de la existencia de un conflicto político en Venezuela en todos los días que apareció en televisión y en 84% de esas ocasiones mencionó directamente a integrantes de la MUD como responsables.
Para reforzar la idea, denunció tres conspiraciones en el periodo: el 12 de julio aseguró que la Fiscal, Luisa Ortega Díaz, es un agente de sectores extranjeros que confabulan para que en el país no haya justicia; el 15 de julio aseguró que Venezuela era víctima de un “ataque tecnológico internacional”; y el 24 de julio añadió que Colombia y México trabajaban con la CIA para derrocarlo.
Además, en 11 de los 16 actos mencionó a Estados Unidos como una amenaza, lo mismo que hizo con Colombia en 4 ocasiones y con España en 3.
Para mostrarse fuerte ante las amenazas, en 4 actos amenazó con cárcel a personajes de oposición o figuras relacionadas con las protestas.
Ruego por lealtad
En 70% de los días que apareció Maduro en televisión durante la campaña pidió lealtad para el proceso chavista o se calificó como el hijo de Chávez y su fiel seguidor.
Esto representa un aumento claro de la repetición de este mensaje, que en su tercer y cuarto año de gobierno apareció sólo en 47% de sus días con actos.
Además, en todos los días que habló Maduro hizo alusión a eventos históricos y en muchos intentó comparar directamente la gesta que encabezan él y sus seguidores con la de los héroes de independencia y otros personajes históricos como Ezequiel Zamora.
Intentó así elevar la moral y el compromiso con el proceso político que lidera a pesar de la creciente presión que enfrentan.
Lo curioso es que, aunque las menciones a Chávez estuvieron permanentemente presentes, Maduro no visitó el Cuartel de la Montaña. De hecho, en los 96 días que van de su quinto año de gobierno no ha acudido a ese lugar.
Constituyente como diálogo
Además de ofrecer que la Constituyente incluirá medidas concretas que resuelvan la crisis económica, Maduro fue recurrente en tratar de posicionar la iniciativa como una instancia de diálogo.
En 85% de los días que apareció en televisión repitió esa idea y siempre añadió que la oposición es la que se niega a los encuentros.
Como vemos, Maduro se apoyó principalmente en mensajes ideológicos durante la presente campaña, quedando de lado los elementos utilitarios comunes y muy repetidos en otras ocasiones: apenas participó en una entrega de viviendas y sólo en tres actos hubo inauguraciones de proyectos o infraestructuras que representen un beneficio utilitario para la ciudadanía.
Estudios de segmentación hechos por Datanálisis con Hugo Chávez en la presidencia concluyeron que alrededor de 70% de los integrantes de la base chavista eran fieles al movimiento por motivos clientelistas, lo que habla de la poca posibilidad de éxito que tiene la propuesta comunicacional actual de Maduro.