Opinion

HAY QUE VOTAR POR LAS REGIONALES

En medio de un juego de futbol entre Venezuela y otro país, el equipo
foráneo abrió el sistema de riego del campo maliciosamente, y el árbitro cómplice
no paró el partido. Mientras los participantes venezolanos se distrajeron
momentáneamente, el otro equipo aprovechó, metió el gol decisivo y ganó. En el
desespero y frustración, los jugadores criollos se cayeron a golpes entre sí en vez
de caerle a leñazos al árbitro o al otro equipo. Así ha pasado con la constituyente
fraudulenta, la oposición se está destrozando entre sí y el tramposo gobierno muy
campante y ganando terreno.
Con la mente fría y apartando el factor emocional provocado por la rabia y
el desespero, la situación real es que estamos frente a una dictadura dueña de
todos los poderes, que ha anunciado no entregar el gobierno. Frente a esta cruel
realidad quedan tres alternativas. Lucha armada para la cual no estamos
preparados, esperar un golpe militar, una invasión o un bloqueo que no depende
de la oposición, o ir a elecciones regionales que es lo único lógico que nos queda.
La última estafa del CNE con la constituyente fue debido a que no hubo
testigos, ni cuadernos de mesa, ni auditorías. En estas regionales sí habrá la
vigilancia necesaria, lo que se necesita es afluencia masiva de votantes como
ocurrió el D6 para que no haya posibilidades de trampa. Lo que probablemente
ocurra, si se va a regionales, es que el gobierno la suspenda al verse superado, o
inhabilite a los gobernadores ganadores.
¿Tiene sentido ganar gobernaciones que no serán respetadas como pasó
con la AN, con los diputados de Amazonas, con los alcaldes, magistrados electos,
con la Fiscal? ¿Se estaría reconociendo a un gobierno forajido? Si no se postulan
candidatos, le entregamos todas las gobernaciones en bandeja de plata como
ocurrió con la AN en 2005. Si hay postulaciones y no respetan los resultados será
otra prueba de que se trata de una dictadura lo cual repercutirá en el ámbito
internacional.

La calle cumplió su función y no hay que abandonarla, pero los trancazos
desgastan y hacen más daño a la población que a Maduro. Marcha no tumba
gobierno a menos que se trate de un millón de manifestantes en Caracas.
Mientras tanto, lo que nos queda es ir a las regionales. Que oiga quien tiene
oídos…