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Bolívar: El reducto de todos los vicios electorales del #15Oct

El informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones regionales del 15 de octubre, pese a que apunta a descubrir las irregularidades del proceso en todo el país, en realidad compendia las malas mañas que mancharon el proceso en el estado Bolívar, publica Correo del Caroní.


@marcosdavidv

Es, de hecho, Bolívar una de las regiones más mencionadas, principalmente por las 72 horas a las que sometió el Consejo Nacional Electoral (CNE) a sus votantes antes de conocer quién resultó ganador, sin contar el acto de adjudicación de Justo Noguera entre la oscuridad de la madrugada y las denuncias de fraude del contendiente opositor, Andrés Velásquez.

Sin embargo, va más allá. El documento, Venezuela y el 15-0: la diferencia entre tener o no observación electoral independiente, publicado este miércoles, sustenta la idea expuesta el 16 de octubre, un día después de las elecciones, del secretario general de la OEA, Luis Almagro, sobre los vicios que plagaron la jornada.

“Las elecciones para gobernadores celebradas el pasado 15 de octubre en Venezuela carecieron -es público y notorio- de numerosas garantías para que sus resultados puedan ser reconocidos como legítimos. Este documento busca explicar qué habría sido diferente si en Venezuela el 15-O se hubiera contado con una observación internacional independiente y de calidad”, expone a modo de introducción.

Luego vienen las irregularidades, entre las primeras de las cuales resalta el desfase entre lapso constitucional y realización: estas elecciones, sobre las que los voceros de la dictadura anunciaron como adelantadas, debieron ser en diciembre de 2016.

Fríamente calculado

El informe destaca una ligereza en el proceso: las disparidades entre la fecha de los comicios y el cronograma electoral, un cronograma que fue revelado a cuentagotas.

La otra ligereza fue el impedimento para las sustituciones, una treta que restó a Andrés Velásquez al menos dos mil votos: los dos mil y tanto que estuvieron marcados para Francisco Sucre, quien había retirado su candidatura luego de ser derrotado en primarias. Todo ello fue lo que ajustó más los resultados y permitió a la Oficina Regional Electoral consumar el fraude, proclamar a Noguera y, por tanto, favorecer al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Los cambios de centros de votación resaltan en el informe como una de las irregularidades: “Algunos, luego de ser establecidos y autorizados por el CNE, fueron reubicados o cancelados por razones de seguridad o fallas en su infraestructura”, apunta.

La regaladera

El documento expone que una de las flaquezas de la campaña, propiciada en buena medida por esa ausencia de observación externa e imparcial, fue el uso de los medios estatales.

La tarea consistía en “evaluar que los medios de comunicación social, públicos o privados, y los productores independientes no pudieron efectuar por cuenta propia ningún tipo de difusión de propaganda tendente a apoyar a algún candidato o alguna candidata, ni estimular o desestimular el voto”.

Conviene recordar que, en esta y en todas las campañas desde la llegada del chavismo al poder, los medios públicos han sido ventana frecuente para las aspiraciones oficialistas.

Ni hablar de ese lapso promocional en el que Justo Noguera echó mano de todo cuanto pudo para catapultarse: desde repartir medicinas en su nombre hasta venderse como la solución para la escasez de gasolina, la ficha del PSUV incurrió en el peculado de uso sin miramientos.

La gran irregularidad del 15 de octubre, denuncia la OEA, fue que el CNE no ordenó públicamente el cierre de las mesas. Y, entre otros, remarca el caso de Bolívar y de las 72 horas que para que se supiera quién era gobernador.

Un detallito tan detallazo

Al momento de la publicación del informe, la OEA denunciaba que “los gobernadores electos por la oposición no han sido proclamados por no reconocer la legalidad de la Asamblea Nacional Constituyente”. Casi de manera paralela, los electos por Táchira, Mérida, Nueva Esparta y Anzoátegui no solo juraron ante la ANC, sino que además se reunieron con Nicolás Maduro.

La conclusión necesaria es que el sistema electoral venezolano requiere una  reforma electoral, pues el último proceso estuvo “a todas luces plagado de irregularidades que restringieron los derechos políticos de los ciudadanos e impidieron que los resultados publicados por el CNE reflejaran la voluntad del pueblo venezolano”.

Insiste en que “durante el proceso electoral se violaron de manera sistemática los preceptos constitucionales sobre cargos públicos y poderes del Estado”. Y en ello, Bolívar vuelve a ser ejemplo. ¿O es que acaso Justo Noguera abandonó sus cargos en Sidor y en la CVG para lanzar su candidatura?

“En Venezuela no sólo se atentó contra el principio de elecciones periódicas para altos cargos nacionales, sino que se menoscabó la competitividad de partidos políticos y candidatos al no permitir su postulación a cargos públicos, y se manipuló la oferta electoral, perjudicando la integridad de las preferencias del votante (…) esto pone de manifiesto la importancia de la observación electoral internacional imparcial, que observa y analiza los procesos eleccionarios en tiempo y forma con el despliegue de observadores y especialistas que recaban información sobre los distintos temas y fases del ciclo electoral”, concluye.

Asunto complejo: a las dictaduras no les gusta la observación internacional. La dictadura venezolana no es la excepción.