3 señales que te ayudarán a reconocer que estás haciendo mal ejercicio
Hacer actividad física es una de las claves que casi la totalidad de los profesionales de salud, más allá de sus diferencias, recomiendan a quienes van a consultarlos. Es que mover el cuerpo al menos 20 minutos diarios y en un nivel medio de actividad (como caminar o andar en bicicleta) pueden ayudar mucho a mantenerse no solo en forma sino, sobre todo, saludables.
Antes de pasar un mal tiempo por no hacer bien los ejercicios, toma en cuenta estas señales:
1. Dolor de cuello al hacer abdominales
Es muy común que al hacer abdominales muchas personas sientan rigidez en su cuello y hombros. Eso es señal de que estamos haciendo mal la fuerza. Al hacer abdominales, tenemos que dirigir la atención a meter el abdomen hacia adentro, contraerlo, como si quisiéramos pegar el ombligo a la columna vertebral. La fuerza tiene que salir proyectada desde ahí y no desde el cuello. Si duele éste o la espalda es preferible descansar, o bien no subir tanto con cada abdominal. Si no, terminaremos con una fuerte contractura.
2. Dolor de cintura al hacer flexiones de brazos
Es muy normal, especialmente si hace mucho que no haces actividad o no tienes muy tonificados tus brazos que si intentas hacer flexiones, éstas te resulten fáciles. Pero, ¿de dónde estás sacando la fuerza para hacerlas? Cuando haces una flexión de brazos, el peso de tu cuerpo debe estar, especialmente, sobre la articulación de tus hombros. Ellos y el brazo deben hacer el trabajo. El resto de tu cuerpo debe estar en línea recta, paralelo al piso, con los glúteos contraídos y el abdomen también, para ayudar al ejercicio. Si levantas la cadera hacia arriba, para compensar el peso, y quedas como un triángulo si te miras al espejo, puede que luego te dula la espalda o la cintura. Es mejor no flexionar tanto, o bien hacer las flexiones con las rodillas apoyadas.
3. Dolor de rodilla si estás trabajando glúteos
En algunos ejercicios de glúteos, especialmente aquellos que requieren levantar las piernas o «patear» con ellas hacia los laterales, son para trabajar los glúteos, por eso deben estar contraídos y la fuerza debe salir proyectada desde ahí. Puede que tu cuerpo, naturalmente tienda a compensarlo con tus rodillas, y eso puede terminar en una tendinitis. Para que eso no pase, siempre intenta mantener las rodillas un poco flexionadas para no tensar de más el músculo. Esto puede ser muy común en ejercicios de danza o de pilates.