Clima lluvioso no es causante de las molestias óseas y musculares
Algunas personas creen que el clima húmedo es la causa de algunas molestias óseas y musculares y tradicionalmente se piensa que la lluvia ocasiona que nos duelan las articulaciones, en especial si antes habíamos sufrido una lesión.
Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard (Massachusetts, Estados Unidos) ha llevado a cabo un estudio que desmiente este mito popular, demostrando que no existe ninguna relación entre la lluvia y el dolor articular o de espalda.
Hipócrates, el médico de la Antigua Grecia considerado padre de la medicina, ya hablaba de que las estaciones cambiantes del año afectan a la salud. Este mito ha quedado arraigado en el folclore y ha perdurado con el paso de los siglos hasta el presente.
Sin embargo, los resultados del nuevo estudio desmienten que exista relación entre el clima y los dolores articulares. Para llevar a cabo la investigación, el equipo ha examinado los registros médicos de más de 11 millones de visitas de personas mayores a los centros de atención primaria de Medicare, el programa de cobertura de seguridad social administrado por el gobierno de Estados Unidos. Estos datos fueron cruzados con los partes de lluvia de la Agencia Nacional Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Se centraron en buscar consultas por dolor de espalda o de articulaciones durante o después de un día lluviosos, y los resultados revelan que las visitas con estos síntomas eran el 6,39% en los días secos frente al 6,35% en los días húmedos. «Si hubiera habido un aumento clínicamente significativo del dolor, habríamos encontrado al menos un pequeño signo del efecto, pero no lo hicimos», explica Anupam Jena del Departamento de Política de Atención Médica de la Facultad de Medicina de Harvard.
Entonces, ¿cómo es posible que muchas personas tengan la sensación de que les duelen los huesos o las articulaciones en los días húmedos? De acuerdo con Jena esto es debido a que el cerebro humano tiende a buscar patrones y puede acabar sugestionándose. «Si esperas que te duela la rodilla cuando llueve y no lo hace, te olvidas de ella, pero si te duele y la culpa es de la lluvia, tiene a quedarse grabado en tu mente», afirma.