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Popularidad de Lula da Silva continúa en ascenso pese a posible inhabilitación

La mayoría de los analistas así como de los dirigentes políticos y económicos de Brasil están convencidos de que la justicia impedirá al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva concurrir a las elecciones del próximo octubre. Pero hay una persona que defiende todo lo contrario: el propio Lula.

«No voy a ir a la cárcel, porque a la cárcel va el que ha cometido un crimen y yo soy inocente, no hay ni una coma contra mí. No creo que haya un solo brasileño que tenga la conciencia tan tranquila como yo. Si me condenan sería la negación de la justicia», aseguró el expresidente.

Lula llegaba espoleado por unas encuestas de intención de voto que cada vez le son más favorables. En los últimos meses, la popularidad del expresidente no ha dejado de crecer hasta alcanzar los niveles más altos desde que los escándalos de corrupción comenzaron a castigar al Partido de los Trabajadores (PT) y abrieron el camino al proceso que, el año pasado, acabó con la destitución de la sucesora de Lula, Dilma Rousseff.

El último sondeo fue conocido este mismo miércoles, del instituto Ipsos para el periódico O Estado de S. Paulo, y ofrece resultados espectaculares para el líder del PT. Su popularidad ha crecido en 16 puntos porcentuales desde junio hasta situarse en un 45%, más del doble que sus potenciales adversarios, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el gobernador de São Paulo, el centrista Geraldo Alckmin.

La convicción general de que la justicia dejará a Lula fuera de la carrera electoral se ha acrecentado tras comprobar la inusitada celeridad de los tribunales para tramitar el proceso judicial en el que ya fue condenado, en primera instancia, a nueve años de cárcel.