Impulsos eléctricos inducidos en la amígdala mejoran la memoria
La amígdala es la región del cerebro encargada de hacernos sentir emociones, regula la memoria y estimula emocionalmente el cerebro ocasionando que los recuerdos duren más tiempo.
Partiendo de esta premisa, el reto que se ha planteado un equipo de neurocientíficos ha sido someter a la amígdala humana a impulsos eléctricos para mejorar los sistemas de la memoria sin necesidad de vincularlo a las emociones.
El experimento se ha llevado a cabo en el Hospital de la Universidad de Emory, en Atlanta (EEUU). El objetivo era reforzar en los pacientes el recuerdo de unas imágenes que se les había mostrado un día antes.
Catorce pacientes con epilepsia se sometieron a monitorización intracraneal, procedimiento invasivo utilizado para el diagnóstico del origen de los impulsos cerebrales, durante el cual se introducen electrodos en el cerebro del individuo para observar los impulsos eléctricos.
Todos observaron una serie de fotografías de objetos neutros, 160 en total. Para la mitad de estas imágenes, los participantes recibieron estimulación eléctrica durante un segundo después de que cada imagen desapareciera de la pantalla.
El efecto de la estimulación en el reconocimiento inmediato no fue estadísticamente significativo y tampoco provocó una respuesta emocional subjetiva. Sin embargo, al día siguiente, los efectos sobre las imágenes estimuladas fueron claros. Se había provocado una mejora en la memoria.
Los resultados muestran que el 79% de los participantes (es decir, 11 de los 14 participantes totales) mostraron una mejoría en las pruebas de memoria durante la noche, mientras que el 21% restante no presentó ninguna mejora o deterioro.
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