El Papa Francisco solicitó que las instituciones públicas impulsen un “nuevo humanismo económico”  y que disuadan con sus políticas el delito grave de la usura causado por fenómenos como los juegos de azar.

“La usura es un pecado grave: acaba con la vida, menoscaba la dignidad de las personas, es un vehículo de corrupción e impide el bien común”, señaló el pontífice, durante una audiencia con miembros del Consejo Nacional Antiusura italiano.

Asimismo señaló que “La usura humilla y mata, es un mal antiguo y por desgracia aún sumergido que, como una serpiente, estrangula a las víctimas”, según Globovisión.

El Papa instó a prevenir la usura y aseveró que de las instituciones “se espera que desincentiven, con medidas adecuadas, instrumentos que directa o indirectamente son causa de usura, como por ejemplo los juegos de azar”.

Finalmente explicó que “puede ser prevenida educando en un estilo de vida sobrio, que sepa distinguir entre lo que es superfluo y aquello que es necesario y que responsabilice a no contraer deudas para obtener cosas a las que se podría renunciar”.