Revelan por qué vacuna contra gripe no funciona a veces
Una investigación de la Universidad de Melbourne (Australia) reveló uno de los motivos que causan que la vacuna contra la gripe no funcione en algunos pacientes, según publicó este jueves 15 de febrero la revista Science Translational Medicine.
Los investigadores compararon las respuestas a la vacuna contra la gripe en las personas que desarrollaron inmunidad y las que no, y determinaron que si la vacuna no estimula a tres tipos específicos de células tiene menos efecto.
En concreto, hallaron que si la vacuna no estimula a las células T auxiliares foliculares, las células B de memoria y las células secretoras de anticuerpos, el paciente es vulnerable al virus gripal.
Este descubrimiento, según el profesor y coautor principal, Marios Koutsakos, puede señalar el camino para transformar las vacunas en herramientas «precisas» para combatir este virus.
Los científicos analizaron muestras de sangre de 35 adultos sanos en varios momentos durante un período de tres años después de la inmunización.
Comenzando una semana después de la vacunación, observaron un marcado aumento en las células B productoras de anticuerpos programadas para luchar contra componentes específicos de las vacunas contra la gripe del año correspondiente.
Un patrón similar surgió para otro grupo de células llamadas células foliculares T circulantes, lo que proporciona una nueva percepción sobre su capacidad para generar memoria inmune de larga duración.
La presencia de anticuerpos antigripales preexistentes antes de la vacunación en la sangre de los participantes del estudio, atenuó las respuestas de las células B.
Después de un año, las células B específicas de la gripe ya no se detectaban en la sangre, lo que llevó a los investigadores a analizar tejidos de donantes de órganos fallecidos y eso les permitió rastrear células B de memoria en los pulmones, amígdalas, bazos y ganglios linfáticos.
Los autores concluyeron que la migración de células B específicas de la gripe a diferentes tejidos, podría tener implicaciones para la ruta ideal de inoculación, y, por lo tanto, que la vacunación intranasal podría ser más efectiva que las típicas inyecciones.