Investigadores del Instituto Salk en San Diego, sostienen que comer dentro de un intervalo de tiempo determinado cada día ayuda a las personas a perder peso y a prevenir enfermedades como la diabetes o las cardíacas.

De momento este estudio sobre seres humanos está en sus primeras fases, pero sí que se ha podido probar en ratones y ha funcionado extremadamente bien.

No obstante, orgullosos muestran sus estudios donde han demostrado que la ingesta de alimentos por un periodo de 8 o 12 horas en lugar de comer alimentos durante todo el día, ayuda a mantener una buena línea de peso e incluso a alargar años la duración de vida. A esto se le llama alimentación con restricción de tiempo o TRF y, para que todos nos entendamos, significa que “come todo lo que te dé la gana pero siempre y cuando lo hagas en una franja de tiempo determinado”.

Tras cuatro meses, los ratones que solo podían comer en una franja de ocho horas pesaban un 28% menos que los que comían en cualquier momento.