Inminente cierre técnico de hospital Dr. Raúl Leoni en San Félix debido a contaminación
“El hospital está podrido”. Así describieron familiares de pacientes y colaboradores el Hospital Dr. Raúl Leoni en San Félix, debido a los malos olores y contaminación causada por la ruptura de una tubería que lleva varias semanas sin ser reparada.
Thaís Marín es una de las colaboradoras que ayuda niños en el pediátrico Menca de Leoni. Señaló que el tercer piso del hospital de Guaiparo está cerrado por completo, y en el primer piso hay unas tres habitaciones cerradas por contaminación.
“No pueden atender ni estrictas emergencias porque no tienen insumos, no hay oxígeno ni incubadoras, ellos hacen lo que pueden, y la mayoría de los médicos son residentes porque el resto se ha ido. El hospital está a punto de que lo cierren, huele horrible y tampoco hay aire acondicionado, por el techo cae agua podría”, detalló Marín.
Aunque en otras oportunidades han denunciado, persiste el temor entre los médico que laboran, pues en otras ocasiones han sido citados por Sebin.
El doctor Hugo Lezama, presidente del Colegio de Médicos, reiteró su denuncia sobre el riesgo de cierre técnico en el Hospital Dr. Raúl Leoni.
“Las cloacas en el hospital llegaron al llegadero, la contaminación es crítica”, afirmó Lezama, quien agregó que los pacientes son remitidos a otro centro de salud; incluso, han aumentado las atenciones en clínicas privadas debido a esta situación.
“Lo que sucede en los hospitales es la crónica de una muerte anunciada. Ahora hay más pacientes en la parte privada porque no son atendidos en hospitales”, agregó el representante del gremio médico en Bolívar.
A su juicio, cada día incrementará también las dificultades para los tratamientos, bien sea por disponibilidad de medicamentos o por los altos costos de los pocos que se consiguen.
La contaminación en el hospital de Guaiparo ha llegado a un punto en que familiares y trabajadores dan fe de que niños y adultos que ingresan al centro de salud terminan contaminados y con complicaciones por una afección adicional que adquirió una vez hospitalizado. La morgue tampoco sirve.
“La nevera que tienen allí no sirven, ellos botan a los niños que no reclaman porque los padres no tienen para enterrarlos. Cuando fuimos a buscar a un bebé que se murió y la mamá tuvo problemas con los papeles, llegamos y ya lo tenían en una bolsa con cinco bebés más podridos, y estaban esperando a un camión para irlos a botar”, reveló Marín.
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