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El gran duelo que se entre Ferrari-Mercedes no se dio. Sin Embargo, se vivió una victoria inesperada de Red Bull en el Gran Premio de Fórmula 1 de China este domingo, gracias a un recital de adelantamientos del australiano Daniel Ricciardo, que pone emoción al Mundial, reseña AFP.
Los favoritos Lewis Hamilton (Mercedes), con problemas todo el fin de semana, y Sebastian Vettel (Ferrari), que sufrió un choque del holandés Max Verstappen (Red Bull), sólo fueron 4º y 8º respectivamente.
Así pues, el británico queda a 10 puntos del alemán, que sigue liderando el Mundial, mientras que Mercedes pasó al frente de la clasificación de constructores con un punto más que Ferrari.
Una tercera victoria consecutiva de Vettel habría dado un golpe al Mundial. En efecto, desde 1950, ningún piloto que ganase en las tres primeras carreras perdió al final el título.
El cuádruple campeón del mundo alemán vio al finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) adelantarle en el paso por boxes, y a Verstappen golpearle en la vuelta 43.
La penalización de 10 segundos al joven holandés permitió a Hamilton ser cuarto, lo que se consideró como un mal menor en Mercedes. «Las Flechas Plateadas», que aspiraban a todo en un circuito en el que cuentan con el récord de victorias, se volvieron a conformar con «limitar los daños».
Esta tercera carrera de 2018 demostró que era precipitado enterrar a Red Bull pese a su mal inicio de Mundial. Y es que cuando su motor Renault no los abandona, como ocurrió en Baréin, los Red Bull son una fuerza a tener en cuenta.
La escudería Red Bull se aseguró el triunfo al aprovechar el ingreso del auto de seguridad en la vuelta 31, tras un choque entre los dos monoplazas de la escudería Toro Rosso, para proceder a un segundo cambio de neumáticos.
Ricciardo se benefició además del percance de Vettel, cuyo auto tocó con el del holandés Max Verstappen (Red Bull) en la vuelta 43.
Ricciardo confirmó en Shangái su estilo combativo ya que sus seis victorias de Fórmula 1 fueron siempre desde atrás y sin salir de la primera fila de la parrilla.
Se trata de una victoria inesperada para Ricciardo, de 28 años, tanto más cuanto que durante las sesiones de clasificación había tenido que cambiar el motor de su monoplaza.