Estados Unidos sancionará a Rusia por contribuir con armas químicas
Nikki Haley, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, es una de las caras amables del Gobierno de Donald Trump, pero este fin de semana ha sido la voz más agresiva tras el ataque del ejército estadounidense a Siria del pasado sábado.
La diplomática defendió con vehemencia ante el Consejo de Seguridad la decisión del presidente de EE.UU. de bombardear junto a Reino Unido y Francia tres enclaves sirios tras el ataque con armas químicas del Gobierno de Bashar al Assad el pasado 7 de abril en Duma, un suburbio al noreste de Damasco.
Haley advirtió a Assad y a la comunidad internacional que Estados Unidos estaba preparado para nuevos ataques si el presidente sirio volvía a hacer uso de este arsenal prohibido por la legislación internacional.
La embajadora aseguró que Rusia será el objetivo de una nueva ronda de sanciones relacionadas con el ataque, que afectarán a compañías rusas que han colaborado con el régimen de Assad para fabricar y lanzar armas químicas.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, aseguró que «se impondrán directamente a cualquier tipo de compañía involucrada en el equipamiento relacionado con Assad y el uso de armas químicas«, explicó y confió en que «todo el mundo sabe que hemos enviado un mensaje fuerte, y esperamos que lo escuchen».
La diplomática aseguró que Estados Unidos no sacará sus tropas de Siria hasta que se consigan tres objetivos: derrotar a Daesh, asegurar que no se utilizarán armas químicas y mantener la capacidad de controlar a Irán. Aunque el plan es que las tropas «vuelvan a casa, no lo harán hasta que hayamos cumplido eso».