Salud y Hogar

3 razones para NO entrenar con faja, ¡te sorprenderás!

Nos encanta hacer ejercicio con la mejor intención de bajar de peso, marcar algunas zonas del cuerpo y lucir increíbles. Pero a veces en nuestro afán de hacerlo rápidamente, hacemos mal las cosas y entrenar con faja es una de ellas.

 

Creemos que usar una faja súper apretada mientras entrenamos nos ayudará a «quemar grasa» más rápido y nos ayudará a moldear definitivamente, pero:

1. No quemas grasa, eliminas líquidos

Esto significa que todo ese esfuerzo a la hora de entrenar, se produce en eliminar líquidos a través del sudor y si tomamos en cuenta que las fajas tienen neopreno en su mayoría, el material al contacto con la piel genera más calor.

Por lo tanto, la sudoración se vuelve excesiva, pero no significa que estemos quemando grasa. Es un efecto de corto plazo y NO hay quema calórica.

Por el contrario, con estos materiales evitas la transpiración natural de la piel y la temperatura en tu organismo incrementa, lo que puede llevarte a una deshidratación.

2. Pierdes tono muscular y trae problemas vertebrales

Suena complejo, pero no es otra cosa más que tus músculos dejan de tensarse naturalmente por el apoyo de la faja, entonces se dice que el tejido se vuelve «hipotónico» o sin tono muscular.

La piel ya no se tensa con tu esfuerzo al entrenar, por la presión. Cuando dejas de usar la faja y entrenas, te costará trabajo que reaccionen nuevamente, si el músculo se acostumbró al reposo.

El daño en la espalda es probable, si usas la faja inorrectamente y realizas entrenamientos de impacto.

3. Usarla mucho tiempo causa distensión y hongos

Y si además, eres de las que les encanta salir del gym y dejarse un rato más la faja para «aprovechar» el esfuerzo del día, es todavía peor.

Con el sudor acumulado de la faja se produce una cantidad de humedad terrible en tu espalda, abdomen, gluteos y debajo del busto. Ahí pueden crecer hongos, bacterias o micosis.

A esto súmale que traer tanto tiempo la faja, causa atrofia muscular, distensión abdominal y flacidez. Ahora lo pensarás dos veces antes de enfundarte en esa faja para entrenar.