Estudio respalda hipótesis de que los humanos aun no alcanzan tope de máxima longevidad
Un estudio de mortalidad entre casi 4.000 centenarios italianos respalda la idea de que los humanos alcanzarían una meseta de mortalidad a partir de los 105 años, según los resultados publicados en la revista estadounidense Science.
Este trabajo inclina la balanza, según sus autores, hacia aquellos que creen que el hombre no ha alcanzado su duración máxima de vida, un viejo debate entre los científicos.
Un artículo publicado en otra importante revista científica, Nature, en 2016, postulaba, por el contrario, que la máxima longevidad estaba ya identificada y se había alcanzado con el récord perteneciente a la francesa Jeanne Calment, que murió en 1997 a los 122 años de edad.
Los investigadores de ese estudio habían señalado que los decanos de la humanidad morían alrededor de los 115 años, lo que de hecho sería el supuesto límite.
Los autores del estudio publicado en Science, entre ellos Elisabetta Barbi de la Universidad La Sapienza en Roma, han establecido una base de datos meticulosa, con la ayuda del Instituto Nacional de Estadística en Italia, de todos los habitantes que contaban con más de 105 años entre 2009 y 2015, que resultaron ser 3.836 personas. Se trataba en su mayoría de mujeres: 78% del total.
«Hemos mostrado que la tasa de mortalidad, que aumenta exponencialmente hasta los 80 años, luego comienza a desacelerarse y llega o se acerca a una meseta a partir de los 105 años», escriben los investigadores.
Estos resultados «sugieren fuertemente que la longevidad continúa aumentando con el tiempo y que un límite, si existe, aún no se ha alcanzado».
Este fenómeno de meseta a edades extremas se ha observado en otras especies. Pero este rasgo evolutivo sigue siendo poco conocido.