El papa Francisco aceptó el viernes la renuncia de un obispo hondureño acusado de faltas sexuales con seminaristas, el más reciente de una serie de jerarcas de la Iglesia implicados en problemas de conducta sexual con adultos bajo su autoridad.

Francisco había ordenado investigar las denuncias contra el obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda Fasquelle, el año pasado. El viernes aceptó su renuncia, informó el Vaticano.

No se dieron explicaciones. A sus 57 años, Pineda está lejos de la edad de retiro normal de los obispos, de 75 años. Era el principal auxiliar del cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, uno de los principales asesores del papa, y su caída significa un golpe para el arzobispo hondureño.

La investigación del Vaticano se había concentrado tanto en las denuncias de la conducta sexual de Pineda como las acusaciones de malversación de fondos contra Maradiaga. Francisco aceptó la declaración de inocencia de Maradiaga.

Según informes en el semanario italiano L’Espresso, se sabía que Pineda mantenía relaciones íntimas con varios hombres, a algunos de los cuales trataba como favoritos y les hacía regalos. Varios seminaristas lo denunciaron por sus intentos de seducirlos.

En Chile, donde los 31 obispos en actividad presentaron sus renuncias por el mal manejo de los casos de abuso sexual de menores, últimamente se ha revelado la existencia de redes de sacerdotes homosexuales y los obispos cómplices que los encubrían.