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Santos se las ve dura para segunda vuelta en Colombia

 El mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, enfrenta a partir de este lunes una campaña difícil para la segunda vuelta electoral del 15 de junio, después de que su mayor opositor, Óscar Zuluaga, que rechaza la negociación con las Farc, lo adelantara en el primer turno.

Santos, que durante gran parte de la campaña fue considerado como el favorito, sólo logró un 25,6% de los votos frente a 29,3% de su rival en los comicios de este domingo.

El mandatario dispone ahora de apenas tres semanas para convencer a un electorado que se inclinó en principio por la propuesta de Zuluaga, apadrinado por el exmandatario Álvaro Uribe, de condicionar el diálogo con las FARC a un cese unilateral del fuego.

Santos, un liberal de centroderecha de 62 años, en el poder desde 2010, dijo que en la segunda vuelta los electores «podrán escoger entre quienes queremos el fin de la guerra y quienes prefieren una guerra sin fin».

Santos, quien negocia desde noviembre de 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), la mayor guerrilla del país con unos 8.000 combatientes, el fin del conflicto armado que se extiende desde hace 50 años, ha convertido los diálogos en el eje de su campaña.

«Vamos a ganar con la paz», dijo Santos con el objetivo de movilizar a sus simpatizantes, quienes fueron sorprendidos por la advertencia lanzada por el electorado, cuando se cumplen 18 meses desde el inicio de los diálogos con los rebeldes.
Las negociaciones, que transcurren en Cuba, sin que haya un cese al fuego (aunque tanto las FARC como el ELN decretaron una tregua electoral), han alcanzado consensos parciales en el problema agrario -origen del conflicto- la participación política de la guerrilla y el narcotráfico.

Para la segunda vuelta, las alianzas que logren hacer Santos y Zuluaga con los otros candidatos que compitieron en la primera vuelta parecen clave.

Así, los aspirantes intentarán llegar al 15,5% de los votantes que eligieron a la conservadora Marta Lucía Ramírez, candidata más próxima al uribismo, al 15,2% del electorado que prefirió a la izquierdista Clara López y a los simpatizantes de Enrique Peñalosa (8,3%).

Endose de capital político 

«Santos puso como tema central el dilema entre la paz y la guerra y la negociación ha dejado un balance muy etéreo y falta por definir temas importantes como la reparación a las víctimas y si van a imponerse penas de cárcel», dijo a la AFP Darío Acevedo, académico de la Universidad Nacional.

Zuluaga, un exministro de Hacienda de 55 años, fue cobijado por el expresidente Uribe (2002-2010), a quien agradeció en su discurso del domingo con una promesa adicional: recuperar las banderas de la lucha contra el «terrorismo y el narcotráfico».
Uribe, que fue elegido senador en marzo, encabeza la oposición más dura contra Santos, quien fue su ministro de Defensa, ya que lo acusa de haberlo traicionado por entablar negociaciones con la guerrilla.

«No podemos dejar que las FARC pretendan comandar el país desde La Habana», dijo Zuluaga en un discurso ante sus seguidores el domingo, tras conocer los resultados que le dan una ventaja de 3,5 puntos.

«Normalmente es difícil que haya un endose de capital político, pero parece que luego que Uribe obtuviera un buen resultado en las elecciones al Congreso, hubo una transferencia. Uribe sigue siendo un líder y tiene mucha incidencia a la hora de colocar temas en el debate», destacó Patricioa Muñoz, politóloga de la Universidad Javeriana.

La clave de la segunda vuelta

La campaña por la primera vuelta fue marcada por varios escándalos: primero un exasesor de Santos fue acusado por la prensa de recibir sobornos del narcotráfico, mientras que un colaborador de la campaña de Zuluaga es investigado por haber presuntamente interceptado los correos del mandatario.

«La abstención creció con respecto a la elección pasada porque hubo una fatiga en el electorado por los escándalos, que alejaron a la gente», señaló Acevedo.

Además la campaña de Santos, que cuenta con una popularidad de 38%, también fue lastrada por el descontento, en un país de 47 millones de habitantes, en el cual un tercio de la población es pobre, pese a que la economía registra un crecimiento superior al 4%.

Santos envió el domingo una primera señal de acercamiento a la izquierda, independientes y al sector conservador que respaldan la negociación en Cuba.

«Los convoco a que se unan en esta cruzada por la paz», sostuvo.

Por su parte, Zuluaga invitó a Ramírez, exministra de Defensa de Uribe, a unir «esfuerzos» de cara a la segunda vuelta.
«Creo que Santos se va a ver obligado a hacer alianzas, a hacer concesiones hacia los sectores más progresistas. La situación es complicada para Santos pero no es una derrota», dijo a la AFP Carlos Medina, del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional.