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Argentina enfrenta semana clave en renegociación de auxilio del FMI

El gobierno argentino del presidente Mauricio Macri seguirá esta semana negociando con el Fondo Monetario Internacional en pos de un nuevo acuerdo que le dé aire para recuperar la castigada economía del país.

Será una semana clave tras meses de turbulencias cambiarias que acentuaron la inflación y la caída de la actividad económica, a medida que se multiplica la protesta social.

«Argentina arranca de nuevo pero tiene una transición que recorrer», admitió el viernes el presidente Macri.

La moneda tuvo un respiro la semana pasada, luego de un derrumbe de casi 20% en la anterior. Se recuperó en tres días 5,35%, para cerrar el viernes en 37,77 pesos por dólar.

Desde hace medio siglo, tras sucesivas crisis inflacionarias y devaluatorias, el dólar se ha transformado en un resguardo para los ahorros de los argentinos, que están pendientes de su cotización.

«No porque tuvimos tres días de tranquilidad (en el mercado cambiario) se resolvieron las cosas estructurales. Ojalá la tranquilidad siga porque no sabemos si no vendrá una nueva tormenta», reconoció el propio Macri.

En el año, el peso perdió casi 50% de su valor.

– Gobernadores y presupuesto –

El presidente puso en marcha medidas de austeridad, impopulares para los argentinos, que a diario realizan múltiples protestas, pero con las que tampoco ha logrado calmar a los mercados.

Macri recibirá el martes a los gobernadores opositores, de quienes necesita el respaldo para aplicar el severo plan de ajuste y para la aprobación en el Congreso del presupuesto de 2019, año electoral.

«La voluntad de los gobernadores es ayudar. Queremos que nos diga hacia dónde vamos, qué quiere hacer, cuál es el plan», declaró el domingo al diario Clarín el mandatario de Tucumán (norte), Juan Manzur, del peronismo ‘dialoguista’.

La crisis cala fuerte en los sectores más postergados, para quienes se prometió mayores subsidios de contención. La clase media se ve afectada por la caída del poder adquisitivo de sus ingresos y salarios, muy rezagados respecto de la inflación, que ya acumula 20% en el primer semestre del año y se estima que superará 40% al cierre de 2018.

A la escalada de precios de los alimentos se suman los aumentos del servicio de gas, electricidad y transporte, así como los combustibles, sujetos antes a subsidios.

Las ventas minoristas cayeron 8% en agosto respecto al mismo mes del año pasado y acumulan una baja de 3,7% en 2018, según la Cámara de la Mediana Empresa (CAME).

La reciente aplicación de un nuevo impuesto a las exportaciones y la eliminación de un ‘fondo sojero’, que ayudaba a los municipios, hicieron surgir nuevos críticos al ajuste.

– Auxilio del FMI –

Frente a una nueva crisis cambiaria, Argentina recurrió al FMI por segunda vez en tres meses, para solicitar un anticipo de los desembolsos previstos para 2020 y 2021 del crédito otorgado en junio por 50.000 millones de dólares a tres años.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, recibió la semana pasada en Washington el respaldo de la gerente general del FMI, Christine Lagarde.

Antes de regresar a Buenos Aires y dejar a su equipo técnico trabajando en el nuevo programa, Dujovne admitió que Argentina está «atravesando una recesión» y que la recuperación «va a ser lenta».

El nuevo programa necesita de la aprobación del directorio ejecutivo del FMI, que se reúne en la segunda quincena de septiembre.

Del crédito otorgado, el gobierno de Macri recibió en junio un primer desembolso de 15.000 millones de dólares.

Hubo una breve calma. Pero la corrida se reanimó, atizada por la falta de confianza de los mercados y por el impacto de la crisis de Turquía en las monedas de los países emergentes.

– Metas revisadas –

El nuevo programa, supone un fuerte recorte de gastos. Tras un déficit fiscal de 3,9% en 2017, el gobierno argentino se compromete a alcanzar el equilibrio fiscal en 2019.

El primer acuerdo contemplaba para 2018 un crecimiento de entre 0,4% y 1,4%, pero Dujovne ya admitió que la actividad caerá 1% y los técnicos de su ministerio estiman la baja en 2,4%.

«Han tomado la decisión de consolidar lo fiscal, que es positivo para el crédito, pero esto tiene un costo político y económico», dijo el analista de riesgo soberano de la agencia calificadora Moody’s Gabriel Torres, quien estimó que la recesión «probablemente se extenderá a 2019».