El mayor pederasta de España, detenido tras «armar el pollo» por no esperar una cola en un juzgado de Madrid
Se puso «gallito» y acabó detenido. El considerado mayor pederasta de la Historia reciente de España, Marcelino Fernández Arnaíz, conocido como el pederasta de Astillero, fue detenido el pasado jueves tras armar «el pollo», según fuentes policiales, en el control de entrada de los juzgados de Plaza de Castilla.
Fernández Arnaíz, que iba a documentar una denuncia interpuesta por él mismo por robo con violencia del que habría sido víctima, se mostró impaciente en la cola del control de entrada al edificio, habitualmente concurrida. Se puso a discutir con los vigilantes jurados de la entrada y, conforme la bronca fue adquiriendo decibelios, terminó en las dependencias de la Unidad Adscrita de la Policía a los juzgados y la Fiscalía.
Allí, los agentes introdujeron sus datos en las bases policiales y obtuvieron un denominado «código 8»: Fernández Arnaíz estaba buscado por un juzgado de Santanderpor una denuncia, esta vez interpuesta contra él, por violencia de género. La requisitoria (en terminología jurídica) obligó a los agentes de la Policía Nacional a invitarle a entrar en los calabozos.
El mayor pederasta de la Historia de España terminó así detenido tras «armar el taco» por no soportar la espera de una cola, y por una denuncia contra él de violencia de género, no por los delitos de pederastia que le otorgaron relevancia durante décadas, y cuya reincidencia llevó incluso a cambios legislativos en la materia.
El pederasta de Astillero ha sido detenido múltiples veces por delitos sexuales cometidos contra menores: concretamente en los años 1980, 1983, 1986, 1990, 1999, 2000, 2002, 2003 y 2008
Los hechos que se le imputaban en su última detención se produjeron después de cumplir cinco años de prisión que le había impuesto la Audiencia de Cantabria en 2005 por haber abusado sexualmente de una niña de seis años el 13 de octubre de 2002 en la localidad cántabra Torrelavega.
En 2005, fue condenado por la Audiencia de Cantabria por otro abuso sexual, apenas dos meses y medio después de abandonar el Centro Penitenciario de Foncalent (Alicante), donde había cumplido sus dos últimas condenas de 15 y 18 meses de internamiento psiquiátrico.