Isla con inusual lodo desconcierta a la NASA
En 2015 una isla volcánica emergió en el océano y desde ese momento despertó la curiosidad de científicos de la NASA.
La isla forma parte del archipiélago de Tonga y aún no tiene nombre, por ahora la llaman HTHH, que es una combinación de las letras iniciales de las dos islas que están cercanas, Hunga Tonga y Hunga Ha’apai.
Los científicos de la NASA investigaron durante meses, monitoreaban la isla a través de satélites. Y decidieron que era el momento de hacer una expedición y conocer realmente el terreno de HTHH.
Los investigadores afirman que comprender cómo se forman y cambian las islas en el planeta puede ayudar a entender la relación e interacción entre terrenos volcánicos y antiguas fuentes de agua en Marte.
El investigador Dan Slayback, junto con un grupo de estudiantes y científicos de la Asociacion de Estudios Marinos, Sea Education Association, viajó a la isla, y encontró un paisaje totalmente diferente al esperado.
«La mayor parte de la isla es como una gravilla negra, no lo llamaría arena porque las piedras son del tamaño de una arveja», afirmó Slayback, científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Maryland.
Confesó que se “sorprendió” de lo asombroso que era por fin visitar la isla, pues una vez que “estás allí ves claramente que sucede en el terreno”.
El investigador relató que “era muy doloroso caminar en el terreno pues las piedras se metían bajo la planta de los pies”, mientras que otras partes eran más fangosas.
«Hay como una arcilla que se extiende desde el centro. En las imágenes por satélite ves este material de color bastante claro, es lodo arcilloso», explicó Slayback.
Al recordar el lodo el científico, solo pudo decir que “era muy pegajoso” y que costaba identificar qué era. “No se trata de ceniza volcánica”, indicó.
Los investigadores se sorprendieron de conseguir vegetación en el terreno. Se cree que las semillas llegaron gracias a las heces de las aves.
En torno al cráter anidan gaviotines sombríos.
Solo existen tres islas nacidas de erupciones incluyendo a HTHH. La lluvia ayudo a que se formarán los acantilados en torno al cráter.
Los estudiantes recogieron muestras de toda la isla, del terreno y las rocas. Además midieron el terreno con drones y unidades de GPS.