Los 60 días de Juan Guaidó
Juan Guiadó llega a dos meses de haber asumido la Encargaduría de la Presidencia de la República, amparado en el artículo 233 de la Constitución, y mucha agua ha corrido. Muchísima.
En el balance casi obligado que se hace de estos más de 60 días quizás lo primero, en medio de esta situación inédita, Guaidó sigue en libertad.
Salió del país haciendo caso omiso a una prohibición de salida emanada desde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).¿ para visitar cinco países en calidad de Jefe de Estado. Países que no reconocen a Nicolás Maduro.
Pese a los rumores, versiones y demás (ta habituales en esta Venezuela de los últimos años), regresó al país por la entrada principal: el aeropuerto internacional Simón Bolívar, ubicado en Maiquetía.
En poco más de dos meses, alrededor de 50 países lo reconocen como presidente encargado de Venezuela.
Organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), son instituciones que también se han unido al reconocimiento.
Guaidó ha nombrado a 31 representantes diplomáticos y representantes para organismo como la ONU, la OEA y ante el Grupo de Lima.
También ha conformado juntas directivas para la principal industria del país: Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa) y su filial en Estados Unidos, Citgo.
Estos nombramientos han allanado el camino a lo que desde la Asamblea Nacional se ha denominado “la protección de activos de la República”. Una protección que se extiende a Europa y que le está complicando el escenario económico al gobierno de Maduro.
Otra cosa que se ha logrado es la mayor unificación de criterios y de actuación de la oposición desde 2015. Aunque existen matices y posiciones -unas más radicales que otras-, desde el 23 de enero de este año, la oposición parece caminar junta a pesar de las obvias diferencias que la componen.
AFP
Ciertamente la censura ha hecho que, a lo interno, Guaidó no tenga un efecto comunicacional. Sin embargo, no es así más allá de nuestras fronteras, gracias a la ciudadanía que se ha organizado para transmitir mensajes.
No solo caló el mantra “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”. El llamado también a no caer las noticias falsas (fake news) y a replicar la información de cuentas oficiales, también ha calado.
Una asignatura pendiente fue, y sigue siendo, la ayuda humanitaria. Un compromiso de “sí o sí” que no se cumplió, aún y cuando se siguen recabando insumos en Colombia y Curazao.
El apagón empeoró el panorama, especialmente en el sector salud. Muchos venezolanos han visto como su salud se deteriora por no haber recibido los tratamientos adecuados durante más de 100 horas en las que el país estuvo a oscuras.
Aunque en general, los opositores respiran un segundo aire, en el ambiente también está la sensación de que “falta más”.
El fantasma de una intervención militar está en la cabeza de algunos venezolanos, algo con lo que Guaidó, y el resto de dirigentes, deben lidiar.
Superados estos dos meses, la oposición ha marcado la agenda y Guaidó tiene el reto de la darle forma a lo que ha llamado “Operación Libertad”.
El objetivo pareciera organizar la tan esperada marcha opositora hacia el Palacio de Gobierno, en Miraflores, mientras el gobierno de Nicolás Maduro se le acerca deteniendo a uno de sus hombres de confianza.
Esta historia aún, se está contando.