La irreverente monja hincha del Barcelona
Irreverente, inquieta, crítica, política y apasionada por el fútbol, así es Sor Lucía Caram, una monja que además de considerar que “hay que reventar el sistema”, cree que “no ser hincha del Barça es un pecado”.
La forma como habla, con palabras que rayan con la imprudencia, la han convertido en un personaje mediático. Y no es para menos, además de cuestionar al catolicismo, la política y la sociedad, Caram ha sido capaz de decir lo que piensa de Cristiano Ronaldo.
“Está amargado”, dijo una vez; “tiene un ego tremendo”, recriminó en otra oportunidad, y “le falta aprender humildad y recuperar la alegría”, sentenció otro día.
La monja nacida en Tucuman (Argentina) en 1966, no es esconde su pasión por el equipo culé, en especial por Lionel Messi.
Cierto día un periodista le preguntó: “¿Messi se parece a Dios?” ella, en lugar de enrojarse y emitir un discurso adulador que diera cuenta de las diferencias entre Dios y el ser humano, respondió casi que dándole la razón al comunicador.
“Messi, cuando juega, lo hace tan perfectamente humano que roza lo divino. Es un reflejo de la perfección. Tenemos que vivir perfectamente como humanos”, dijo con los ojos bien abiertos, como enamorada o hechizada.
La religiosa, que ha escrito más de 17 libros, confiesa que su estado de ánimo cambia abruptamente cuando ve los partidos de Barcelona y de la Selección Argentina. Se enoja, ríe, grita y dice groserías: “Y digo muchas groserías, pero eso no es pecado, es una forma de liberar la tensión”.
Aunque no reconoce que por estar viendo fútbol se ha descuidado de ciertas cosas de las que se supone tiene que estar pendiente, sí comprende que su forma de ser le ha traído problemas.
“Hay gente que se pone inquieta por mi forma de ser. Antes me ponía triste ahora no le pongo tanta atención”.
Sor Lucía cuenta que las críticas la ponen menos triste, desde que el papa Francisco asumió el poder. La presencia del pontífice, hincha de San Lorenzo y con un estilo parecido al de la monja, la tranquilizó y de paso le devolvió la fe.
Confesó que antes de la llegada de su paisano, le recomendaron no ir al Vaticano porque podía perder la fe. “Cuando el papa llegó, me remidió y no se volvieron a meter conmigo”.
Sus constantes apariciones en medios, muchas de ellas en programas ligth, le han generado críticas. Por ejemplo, le recriminan que rece más por el Barça que por los pobres. ¿Qué dice al respecto?, en diálogo con Mundo Deportivo respondió:
“Se puede rezar por el Barça. La plegaria es abrir el corazón y pedir. Yo no soy tanto de oraciones como de hablar con Dios, de pedir. No hay que renunciar al humor en la espiritualidad. Hay que vivir con pasión lo que hacemos cada día. El Barça ha conseguido unir a todo un país. El Barça es una forma de ser, de actuar, de vivir, de pensar”.
Sin embargo y pese a su desbordada pasión por el fútbol, Sor Lucía no olvida el sentido práctico de su profesión. Aquí unas frases que profesa:
“Cada día me acuesto con un sueño y me levanto con un motivo: luchar para que haya oportunidades para todos”.
“Soy de un grupo de gente inquieta, apasionada por la humanidad y gente que no se pone ninguna camiseta ideológica, gente que ama la vida y cree en las personas”.
“No quiero ir en contra de nadie, sino a favor de un nuevo sistema que lo podemos gestar entre todos”.
“La política (que nos amarga a todos) es demasiado importante para que la dejemos solo en manos de los políticos”.
“En la iglesia hemos sido malos vendedores del mejor de los productos. Nos creemos dioses, creamos dogmas y hemos intentado controlar las conciencias. Construimos un palacio que no tiene nada que ver con la pobreza”.
La religiosa no se deslinda de la actualidad. Luego de la expulsión de Cristiano Ronaldo por golpear a un rival, uno de sus trinos se hizo viral:
“Cristiano: ¿balón o puño de oro?” “Cinturón de oro, mejor dicho”. A continuación, Sor Lucía retwitteó el mensaje de disculpa de Cristiano Ronaldo y añadió: “Rectificar, un camino de sabiduría”.