Termina la investigación sobre la trama rusa en las elecciones de EEUU
Robert Mueller, fiscal especial de la trama rusa, no presentará más cargos en su investigación sobre los supuestos lazos entre Rusia y el equipo de campaña para las elecciones de 2016 del ahora presidente, Donald Trump, confirmó este viernes a EFE un alto funcionario del Gobierno.
Esto significa que la investigación de Mueller sobre la llamada «trama rusa» terminó, aunque las pruebas que ha recolectado podrán ser usadas por los fiscales generales de alguno de los 50 estados de Estados Unidos, como Nueva York, donde ya se está trabajando en otros casos gracias esas pesquisas.
En declaraciones a la CNN, Peter Carr, el portavoz de Mueller, detalló que el fiscal especial concluirá oficialmente su servicio en «los próximos días» y que, en este período, un «reducido número de personal» ayudará en las labores para cerrar su oficina, que ha mantenido en vilo a EEUU durante dos años.
Según el diario The New York Times, cinco de los 16 fiscales de Mueller ya habrían abandonado el equipo en las últimas semanas.
William Barr, secretario de Justicia de EEUU, recibió hoy el informe final de Mueller y «este fin de semana como pronto» informará sobre su contenido a los legisladores, según les transmitió hoy en una carta.
Dicho informe no incluye nuevas imputaciones, pero eso no significa que Trump no haya podido ser imputado.
Existe entre los expertos jurídicos un debate sobre si el presidente de EEUU puede ser acusado de delitos mientras se encuentra en activo.
El Tribunal Supremo estadounidense nunca se ha posicionado sobre el asunto, mientras que la asesoría legal del Departamento de Justicia ha determinado en el pasado en dos memorandos, uno de 1973 y otro de 2000, que el mandatario no puede ser imputado mientras esté en activo porque podría perjudicar al país.
Sin embargo, algunos expertos opinan que el presidente puede ser imputado bajo secreto de sumario, de forma que esos cargos solo pueden hacerse públicos al abandonar la jefatura del Estado.
Mueller fue designado en mayo de 2017 como fiscal especial para investigar exclusivamente los supuestos lazos entre Trump y el Kremlin.
En el curso de su investigación, detectó crímenes financieros que no estaban relacionados con la «trama rusa» y envió esas pruebas a los fiscales de otros estados.
En concreto, Mueller colaboró en numerosas ocasiones con el que fuera fiscal general de Nueva York, el demócrata Eric Schneiderman (2011-2018), que fue sustituido por Letitia James.
La investigación de Mueller resultó en la imputación de 34 individuos, entre los que figuran seis exasesores de Trump