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Trudeau gana su reelección en Canadá, pero gobernará en minoría

El candidato del Partido Liberal, Justin Trudeau consiguió su reelección como primer ministro de Canadá, con el 95% de los votos escrutados, ya está confirmado como ganador de las elecciones generales, aunque su victoria no será suficiente para gobernar en solitario.

Trudeau se queda lejos de los 170 escaños de la Cámara de los Comunes que otorgan la mayoría absoluta, con un resultado total que estará alrededor de los 156 escaños, frente a los 122 de los del Partido Conservador, liderado por Andrew Scheer. La única consolación para los conservadores es que ganaron el voto popular por la mínima, es decir, recibieron más votos que los liberales, pero la diferencia en escaños es considerable.

Tras conocerse la victoria liberal en el Palacio de Congresos de Montreal, donde el partido de Trudeau ha celebrado su noche electoral, los simpatizantes del primer ministro han entonado cánticos de «¡cuatro años más!», en referencia a su reelección.

Durante toda la campaña, las encuestas han apuntado a un empate técnico entre los dos principales partidos, que se resolvería por poca diferencia a favor de uno u otro en la noche electoral. La diferencia ha sido a favor de los liberales, que ahora tendrán que mirar hacia los partidos pequeños para poder formar Gobierno.

Su aliado más lógico es el Partido de los Nuevos Demócratas (NDP, en sus siglas en inglés), que se sitúa a la izquierda de los liberales y que ha conseguido suficientes escaños -en torno a 25- como para permitir el Gobierno. El Bloc Québecois, el partido independentista de Quebec, ha sido uno de los que venían con más impulso a la noche electoral después de una gran campaña en la que han dejado de lado las ansias soberanistas o las promesas de convocatoria de un nuevo referéndum para la secesión del resto de Canadá. Han conseguido 32 escaños frente a los diez que tenían hasta ahora, han conseguido el mejor resultado de la noche, pero Trudeau no tendrá que depender de ellos para formar Gobierno.

«Es un muy buen resultado», asegura exultante a este periódico Hamila, una voluntaria que ha colaborado en la campaña de los liberales, desde el lugar de la celebración de la noche electoral. «Ha sido una campaña muy sucia, liderada por los conservadores y estoy orgullosa de cómo los canadienses han votado».

El ambiente en la celebración era, sin embargo, de alegría calmada. El Gobierno en minoría planteará muchas dificultades para Trudeau, que tendrá que negociar con el líder del NDP, Jagmeet Singh, una agenda más agresiva en políticas sociales y medioambientales.

«Vamos a trabajar mucho a partir de ahora», dijo el dirigente izquierdista tras conocerse los resultados y ofreció el listado de exigencias que pondrá para su apoyo: mejora de la financiación de la sanidad pública, programa de medicamentos gratuito, vivienda barata, eliminación de los intereses a los préstamos estudiantes o «acción decidida y urgente» para atacar el cambio climático. «Si otros partidos trabajan con nosotros, tenemos la posibilidad de mejorar la vida de los canadiense», dijo en un guiño a Trudeau.

Con información del ABC